miércoles, 24 de octubre de 2012

Grupo de investigación para una Práctica entre varios

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Grupo de investigación para una Práctica entre Varios
Sección Clínica de Barcelona ICF

            Espacio de Lectura           
Begoña Ansorena Anza


En el espacio de Lectura propuesto este año que comenzamos, se pretende llevar a cabo una atenta  lectura de los casos clásicos del autismo y la psicosis en la infancia a la luz del psicoanálisis de orientación lacaniana.

En el psicoanálisis lacaniano, la experiencia se concibe a partir de la idea de “praxis” fundamentalmente,  esto es, en referencia a un marco que es el específico del discurso psicoanalítico y a un dispositivo en el cual la transferencia constituye un elemento fundamental, es decir, algo muy distinto de lo que se puede pensar como experiencia en le discurso de la ciencia.

Por qué volver a los casos clásicos? Porque los casos nos testimonian de la aportación del conjunto de la enseñanza del psicoanálisis de  Freud y de Lacan, no solamente de la clínica en sí , sino del sentido de ser analista. De ser analista en una institución, de ser analista en un gabinete, etc., es decir, se verifica  también, en la construcción de un caso si hay analista en el caso.

Para Lacan la construcción de un caso es una elaboración de saber, mientras que la interpretación tiene algo de oráculo.  Al analista le incumbe la responsabilidad de la construcción, dice,  y opone construcción e interpretación como saber y verdad.

Por eso dirá Lacan que los casos de los Lefort, son ejemplares porque no hay simetría entre interpretación y construcción.

La construcción de un caso desde el psicoanálisis, se topa con un imposible, que tiene que ver con lo problemático del punto de anudamiento entre simbólico y real. Pero por suerte, existe el síntoma,  como eje de gravitación de la problemática del sujeto, en el que lo real y lo simbólico se articulan y a través del cual se puede armar la construcción de un caso.

En los textos clásicos que hemos elegido este curso, para este espacio de lectura, intentaremos dar cuenta de este imposible, del anudamiento entre simbólico y real, si se da o no, y de qué manera. También,  de verificar si hay analista o no en el caso, y en definitiva qué podemos extraer de dicha enseñanza para nuestra práctica entre varios.

BIBLIOGRAFÍA:
Berenguer,E. ¿Cómo se construye un caso?. Capitón. Seminarios Clínicos. Venezuela. 2007.
VV.AA., “El sujeto en el discurso, Robert y Rosine Lefort”. Los poderes de la palabra. Paidós. 1996-



 
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Grupo de investigación para una práctica entre varios
Sección Clínica de Barcelona ICF


Diez principios y una hipótesis para nuestra investigación
Iván Ruiz Acero

El curso que iniciamos hoy de nuestro Grupo de investigación está en continuidad con los años anteriores aunque el nombre del Grupo ha cambiado. La reunión mantenida este verano con la coordinación de los Grupos de investigación de la SCB nos ha servido para reformular los principios de nuestra investigación después del trabajo de estos últimos años.
Este es el octavo año de trabajo de un grupo que surgió con el propósito de estudiar las condiciones de posibilidad del trabajo en institución con sujetos autistas y psicóticos. En el horizonte estaba para nosotros la creación de una institución que pusiera a prueba la hipótesis de Lacan de que el sujeto autista, aunque huya de los efectos y las funciones de la palabra, está en el lenguaje. Es también la hipótesis fuerte con la que Antonio Di Ciaccia creó la Antenna 110, y con la que otras instituciones han proliferado en Europa, y más allá de ella, en los últimos treinta años. Cada una de ellas sostiene un trabajo que se ajusta a la realidad de la oferta asistencial de su país, pero, si algo las caracteriza, es el esfuerzo de formalización y transmisión de una práctica orientada por el psicoanálisis. Lo que conocemos hoy como Práctica entre varios resulta de una aplicación precisa del psicoanálisis de Freud y de Lacan a los fundamentos mismos del funcionamiento de una institución que pretenda acoger a sujetos que, estando inmersos en el lenguaje, no ocupan un lugar en el discurso.
La investigación, entonces, sobre a la aplicación del psicoanálisis a la institución ha tenido su sentido durante la primera etapa del grupo. Sin embargo, el deseo de precipitar de esa investigación un saber en una práctica que fuera entre varios, nos ha llevado a renombrar el grupo como Grupo de investigación para una práctica entre varios, apoyándonos en la experiencia, nueva en nuestro país, de los dispositivos que hemos creado inicialmente para niños y adolescentes con autismo.
Se abre, así, una etapa nueva de trabajo, para la que propongo diez axiomas que puedan servir para nuestra investigación:

  1. El sujeto autista está en el lenguaje, aunque su acceso a la palabra implique separar lo más posible el goce del significante.

El mito, como lo llama Lacan, del lenguaje pre-verbal es, si cabe, más flagrante en los autistas, y lo lleva a preguntarse en su texto « Alocución sobre las psicosis del niño »: «… si un niño que se tapa los oídos, se nos dice, ¿ante qué? Ante algo que se está hablando, ¿no está acaso ya en lo posverbal, puesto que se protege del verbo? » Y añade: « En lo que concierne a una pretendida construcción del espacio que se cree captar allí en estado naciente, me parece más bien encontrar el momento que da testimonio de una relación ya establecida con el aquí y el allá, que son estructuras de lenguajeEn suma, en la construcción del espacio está lo lingüístico »[1].

  1. La función del objeto para el sujeto psicótico o autista no se plantea de entrada en la lógica del Fort-Da.

No pudiendo someter el objeto a su falta, el significante, si aparece, le sirve para asegurar su presencia. O dicho de otro modo, para denegar su ausencia.
La viñeta sobre el Fort-Da, explicada por Freud en « Más allá del principio del placer », sitúa la constitución del sujeto desde la pérdida irremediable del objeto de satisfacción, pero también desde su propia constatación de objeto faltante para el Otro.
En la psicosis del niño asistimos a los efectos sobre el sujeto de no haber transitado por esta dialéctica del objeto. Y, « lo importante, dice Lacan, no es sin embargo que el objeto transicional preserve la autonomía del niño, sino que el niño sirva o no como objeto transicional para la madre ».

  1. Cuando ningún operador hace las funciones del Nombre del Padre, el sujeto deviene “objeto” de la madre, y ya no tiene otra función que la de revelar la verdad de ese objeto.

Es de este modo como la madre satura su propia división quedando cerrado el acceso a su propio deseo. Por supuesto, también el acceso del niño al suyo.
En el texto « Nota sobre el niño », publicado recientemente en la nueva traducción castellana de Otros escritos, Lacan sitúa una cuestión central en el tratamiento posible de la psicosis y del autismo en los niños: « Él aliena en sí todo acceso posible de la madre a su propia verdad, dándole cuerpo, existencia e incluso exigencia de ser protegido »[2]. La exigencia de ser protegido puede llevar – lo vemos hoy en los ataques ciegos de diversos colectivos de padres contra el psicoanálisis – a desmontar las construcciones propias del autista en nombre de un ideal de conducta.

  1. El cuerpo del autista no le pertenece, es su cuerpo el que goza por él.

Las observaciones que hacemos de los sujetos autistas nos permiten verificar que para tratar el goce vivido en exceso en su cuerpo, sus esfuerzos se destinan a la constitución de un borde, casi corporal, en el que retorne ese goce. Es la tesis, ya clásica, de Éric Laurent, que nos permite entender alguna de la fenomenología autista que, de no ser así, caería en el saco de las conductas mal aprendidas.
Cuando el borde autista funciona, el sujeto puede vivir con su cuerpo sin necesidad de introducir en él la falta real. Se pone, así, a prueba « la estructura del borde, como dice Lacan, en su función de límite »[3].

  1. Para el psicótico, es el Otro quien está enfermo. La gravedad de un caso de autismo o psicosis es, en realidad, la gravedad del Otro.

En el trabajo con el autismo, se hace imprescindible entonces contemplar un tiempo preliminar en el que evaluar de qué Otro se defiende el sujeto y dónde ubica él el goce mortífero del que es objeto.
Cualquier tratamiento que se ponga en marcha debería estar advertido de que no se trata del tratamiento del sujeto sino del tratamiento del Otro, que permita al niño acceder al acto de producirse como sujeto, diciendo no al Otro del goce mortífero, pero sí al Otro de la cadena significante[4].

  1. Una institución pensada desde el psicoanálisis lacaniano debe tomar la medida del Otro que le conviene para cada sujeto a la vez que aislar el significante que hace de su entrada en la institución una decisión del sujeto.

Propiciado por el sujeto o encontrado por sorpresa en el acto del adulto que lo acompaña, el significante que permite el trabajo de un sujeto en la institución se revelará como un sinthome en su propia historia. El equipo de adultos es llamado a aislarlo como efecto del trabajo entre varios.

  1. En el funcionamiento entre varios está incluido como sujeto el adulto que interviene con su acto.

Él es también sujeto de la experiencia. En estas coordenadas, es su propio análisis el que puede servir como guía para abordar el caso clínico y atravesar así el « fantasma de la institución ».
Toda institución se funda en un fantasma y no es seguro que aquellas que van a orientarse desde el psicoanálisis estén a salvo de esta pendiente. La construcción de los casos y la elaboración de la experiencia se presentan como imprescindibles para producir el vacío necesario que el fantasma de cada uno, y por ende el de la institución, tienden a ocupar.

  1. La practica entre varios se revela como un dispositivo que no aplica directamente un tratamiento psicoanalítico a un sujeto, sino que pone en acto la curiosa definición de Lacan de sujeto: « Ese sujeto es lo que el significante representa, y no podría representar nada sino para otro significante ». 

El sujeto se supone en el acto de hablar de él a otro. Son remarcables los efectos de pacificación que esta circulación de la palabra tiene sobre algunos sujetos.
No es propiamente, entonces, el discurso del analista lo que opera sino más bien el discurso del inconsciente lo que podría producir al sujeto, siendo representado por un significante para otro, esto es el primer esbozo de la cadena significante.

  1. Los circuitos de la pulsión en el autismo tienden a excluir al Otro como lugar de referencia, hecho que inflinge una temporalidad sin escansiones. Propiciar el encuentro con el Otro implica ser simpático a esa temporalidad.

El encuentro con el sujeto no puede forzarse, ni desde un ideal educativo ni desde la prisa del amo, pues está condicionado a la posición propicia del adulto así como a la decisión del sujeto. Se trata más bien de lo que Di Ciaccia nombró como « dolce forzamento » que hace presente a los dos sujetos que están en juego, el autista y el otro que lo acompaña.
Un cierto funcionamiento calculado de la institución como Otro debe asegurarse, pues « … ningún azar existe sino en una determinación de lenguaje, y esto, sea cual sea el aspecto en que se lo conjugue, de automatismo o de encuentro »[5].

  1. La entrada de un sujeto autista o psicótico en una institución implica la inscripción en el Otro del significante que porta, incluso si ese significante es un objeto.

El uso del objeto implica un saber, y el saber está de su lado. El concepto de transferencia, entonces, que nos sirve para plantear la estrategia en un cura como tal, no es tan operativo para el trabajo entre varios en la institución. La transferencia se funda en una suposición de saber en el otro que es preferible que no se dé para el autista. Así, el « entre varios » se pondrá en funcionamiento para contrarrestar los efectos de pegoteo imaginario del niño con un adulto en concreto.

Estos diez axiomas, a los que podremos añadir otros en el curso de la investigación por venir, son el resultado para mí del trabajo realizado durante estos años y que nos sitúan ante una cuestión concreta, que propongo como hipótesis de trabajo: La práctica entre varios plantea una especificidad en la aplicación del psicoanálisis al tratamiento del goce del Otro. ¿De qué modo la institución, entonces, puede hacerse partenaire del sujeto sirviéndole a él de sinthome?

Octubre de 2012


[1] Lacan, J. « Alocución sobre las psicosis del niño », Otros escritos. Ed. Paidós. 2012.
[2] Lacan, J. « Nota sobre el niño », Otros escritos. Ed. Paidós. 2012.
[3] Lacan, J. « Posición del inconsciente », Escritos. Ed. Siglo XXI.
[4] Di Ciaccia A. « La pratique à plusieurs ». La Cause Freudienne, nouvelle revue de psychanalyse, n. 61. Novembre 2005, Navarin éditeur, Paris.

[5] Lacan, J. « La metáfora del sujeto », Escritos. Ed. Siglo XXI.
 

El calendario de la Mesa de Lectura


7 noviembre: Caso  El niño del Lobo de R.Lefort, en Clínica bajo Transferencia. Manantial.
Presenta: Begoña Ansorena.
Discutidor: Iván Ruiz.

28 noviembre: Caso Marie-Françoise R.Lefort, en Nacimiento del Otro. Barcelona. Paidós. 1995.
Presenta: Eduard Fernández.

Discutidor: Vicente Palomera.

16 enero: Caso Stanley de M. Mahler. en Estudios l. Psicosis infantiles v otros trabajos, Buenos Aires. Paidós. 1984.
Presenta: Victoria Costa
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Discutidora: Begoña Ansorena

13 febrero: Caso Ernst "Autism and Asperger Syndrome", Cambridge University press 1991 Hans Asperger. Traducción Uta Frith
Presenta: Jose Castillo.
Discute: Vicente Palomera.

3 abril: Caso Joey  de B.Bettelheim, 2012. La fortaleza vacía. Autismo infantil y el nacimiento del yo. Barcelona: Ediciones Paidós
Presenta: Erick González.
Discute: Iván Ruiz.

8 mayo: Caso Dick de M.Klein, “La importancia del símbolo en el desarrollo del yo” 1930  Obras Completas. RBA.2006.
Presenta: Iván Ruiz.

Discute: Begoña Ansorena.

5 de junio: Caso John de F.Tustin (1981), en Estados autísticos en los niños. Barcelona. Paidos. 1996.
Presenta :Vicente Palomera.
Discutidores: Begoña Ansorena e Iván Ruiz