lunes, 25 de febrero de 2013

Acerca de la clínica de Asperger y contribuciones

  
Una posible lectura Lacaniana de los autismos diagnosticados con el síndrome Asperger

Por: Jose Castillo

I. Hans Asperger, su época y sus debates

Para los fines de nuestra investigación conviene resaltar algunos intereses de Asperger y el atmósfera de sus investigaciones.
Asperger fue un psiquiatra infantil vienés, quien a través de su trabajo con el Movimiento de la Juventud Alemana, se interesó en la capacidad de algunos niños para formar grupos.
Más adelante tomará contacto con niños altamente inteligentes con peculiaridades interesantes, con conductas tan difíciles que era imposible mantenerlos en la escuela o en sus familias. Su trastorno constituía un ejemplo de la falta de capacidad de algunos niños de formar grupos, el trastorno no es tanto intelectual, sino que más bien se muestra en la relación del niño con otros seres humanos, en su falta de contacto

Su descripción original de estos niños como autistichen psychopaten enfatizaba la dificultad de estos niños para comprender la expresión emocional, y la naturaleza oscura e ininterpretable de sus propias emociones.
Desde el reporte de Asperger, los términos de psicopatía autística y Síndrome de Asperger (SA), han sido utilizados de forma indistinta, aunque el primero connota algún tipo de conducta antisocial o violencia, el segundo, más neutral parece preferible.
Este síndrome ha atraído la atención recientemente, con muchos casos reportados. El término está lejos de ser aceptado a nivel mundial, ya que permanece en la controversia. Sin embargo, existe un alto nivel de acuerdo en cuanto al síndrome de Asperger, y el hecho que comparte muchas de las características del autismo infantil, particularmente el déficit a nivel social, el cual se constituye su principal característica, y que el niño con un síndrome Asperger típico es inteligente, con un uso fluido del lenguaje pero con una utilización muy original del mismo, torpe motoramente, un seguidor persistente de intereses inusuales e idiosincrásicos y aislado de otros por una forma extraña de comportarse que le impide situaciones de carácter social.
Como una cuestión anecdótica en relación a  su biografía, resulta de interés que el propio Asperger durante su niñez manifestó rasgos de lo que luego él llamaría “psicopatía autista de la infancia”. De hecho se lo describió como un niño solitario, que tenía dificultad para hacer amigos, muy talentoso con el lenguaje y profundamente interesado en el poeta austriaco Franz Grillparzer.

Franz Grillparzer (Viena, 15 de enero de 1791 - Viena, 21 de enero de 1872), fue un dramaturgo austriaco. Su obra se encuadra en el estilo Biedermeier.
Hijo de un jurista, estudió derecho en la Universidad y empezó a trabajar en 1813 en la Corte imperial; en 1819 sufrió una fuerte depresión por el suicidio de su madre; en 1821 concursó sin éxito por el puesto de scriptor de la biblioteca privada imperial. En 1823 vino a ser al fin Hofkonzipist, y en 1832, director de los archivos del Imperio, puesto del que se jubiló en 1856. Sus años de educación coinciden con la Revolución francesa y la época napoleónica, pese a lo cual se mostró siempre de ideología conservadora. Aparece como personaje secundario en una de las novelas de Leopold von Sacher-Masoch, La zapatilla de Safo, y es citado por Nietzsche en sus Segundas consideraciones inactuales.
Luego de su formación médica en Viena, comenzó a trabajar en la Clínica Pediátrica Universitaria de Viena, sintiéndose particularmente atraído por la práctica de la Pedagogía Curativa contemporánea a su formación y en boga gracias a los trabajos de Rudolf Steiner.

Rudolf Steiner (Donji Kraljevec, Imperio austríaco [hoy Croacia], 25 de febrero de 18611Dornach, Suiza, 30 de marzo de 1925) fue un filósofo austriaco, erudito literario, educador, artista, autor teatral, pensador social y esoterista.2 3 4
Fue el fundador de la antroposofía, educación Waldorf, agricultura biodinámica, medicina antroposófica,5 y la nueva forma artística de la euritmia.
Caracterizó a la antroposofía como: La antroposofía es un sendero de conocimiento que quisiera conducir lo espiritual en el hombre a lo espiritual en el universo. Pueden ser antropósofos quienes sienten determinadas cuestiones sobre la esencia del hombre y del mundo como una necesidad tan vital como la que se siente cuando tenemos hambre y sed.
Steiner propuso una forma de individualismo ético, al que luego añadió un componente más explícitamente espiritual. Derivó su epistemología de la visión del mundo de Johann Wolfgang Goethe, según la cual «El pensamiento es un órgano de percepción al igual que el ojo o el oído. Del mismo modo que el ojo percibe colores y el oído sonidos, así el pensamiento percibe ideas».7

El Dr. Hans Asperger nació en Viena, Austria en la provincia de Lutz en 1906, en  donde coincidencialmente 10 años antes nacería el Dr. Leo Kanner. A  diferencia de Asperger, Kanner  emigrara a estados Unidos en 1924, donde conceptualizaría una clínica del autismo.

Por una parte Kanner en Baltimore, Estados Unidos en la Universidad Johns Hopkins, en donde publicara su trabajo en 1940 “Autistic disturbances of affective contact” y Asperger en Viena Austria en el Heilpädagogische Abteilung (remedial Department) of the University Paediatric Clinic fundado por Edwin Lazar en 1918, presentara su trabajo en 1943 “Autistic psychopathy” in childhood y en 1944 fue publicada. Dicha investigación de las psicopatías autistas, más tarde será reconocida con el nombre de síndrome de Asperger.

El término autismo tiene una historia atípica. Fue originalmente acuñada por el psiquiatra Eugen Bleuler en 1911 para describir lo que él percibía como uno de los síntomas más importantes de la esquizofrenia, el aislamiento social. Autismo quiere decir literalmente retirada a uno mismo, lo que parece describir el desapego activo que afectaba a algunos de sus pacientes.

En el caso de Leo Kanner él comenzó desde la premisa de que esos niños estaban experimentando esquizofrenia infantil, aunque era consciente de que no exhibían todos los síntomas de la esquizofrenia y usó la frase autismo infantil para describir la condición.

En el caso de Hans Asperger, él identificó un trastorno de personalidad que afectaba a algunos de los niños referidos por la clínica psiquiátrica infantil, pero él sentía que estaban descritos imperfectamente por el término autismo.

A diferencia de los pacientes psiquiátricos, los niños con autismo no presentan una desintegración de la personalidad. No son psicóticos, en cambio presentan un mayor o menor grado de psicopatología.

Martin Egge En Las teorías sobre el autismo y la psicosis infantil. Destaca (p.29) que “En su informe, Asperger diferencia la psicopatía autista del autismo esquizofrénico, porque en la esquizofrenia existe “la clausura en la relación entre el yo y el mundo exterior. Análogamente, la restricción de las relaciones en todos los ámbitos es determinante también para nuestros niños. En este caso no se trata de niños con trastorno en el centro de la personalidad, por lo tanto no son psicóticos, sino solamente más o menos anómalos, psicopáticos” .

El intento de Asperger es demostrar que en el centro de esta anomalía hay “una perturbación de las relaciones vivas con el mundo circundante, un trastorno que explica todas las otras anomalías”.

Por otra parte el trastorno de contacto es justamente el quid que conduce al sujeto a tomar distancia de las cosas concretas, lo cual es la premisa de la abstracción necesaria para la elaboración conceptual”
Las críticas de la comunidad médica de la época no tardaron en llegar. Entre otras cosas se le acusó de basar sus estudios sólo en esos cuatro casos, restándole así credibilidad científica, lo que fue refutado por el profesor Günter Krämer, de Zurich, quien certificó que el trabajo de Asperger se basó en investigaciones sobre más de más de 400 individuos.
Jean Claude Maleval señala en su articulo “De la psicosis precocísima al espectro de autismo” como justo un año después de la muerte del médico austriaco 1980 fue la psiquiatra inglesa Lorna Wing, la primera persona quien reactualiza el trabajo de 1944 y utiliza el término síndrome de Asperger, al publicar el trabajo El síndrome de Asperger: un relato clínico en la revista Psychological Medicine. Haciendo una recensión de los trabajos anteriores y una propuesta para definir el síndrome de Asperger.
 Lo ilustra con treinta y cuatro casos, algunos de los cuales muestra un pasaje progresivo desde el autismo infantil hasta la patología descrita por Asperger. Sin embargo, es el importante volumen editado en 1991, Autism and Asperger síndrome, el que impone el acercamiento entre ambos y permite que, gracias a su traducción inglesa, llevada a cabo por Uta Frith, se difunda el artículo difícilmente accesible de Asperger.
Lorna Wing afirma: “El argumento más demostrativo a favor de la existencia de un continuum que se despliega sin forzamientos desde el autismo de Kanner hasta el síndrome de Asperger proviene de un material clínico de acuerdo con el cual un mismo individuo, indudablemente autista en sus primeros años, hizo progresos que lo condujeron en la adolescencia a desarrollar todas las características del síndrome de Asperger”.
Recién en 1994 la Asociación Estadounidense de Psiquiatría reconoció formalmente esta discapacidad como una subcategoría definida dentro de los trastornos generalizados del desarrollo, publicando estos criterios clínicos en el Manual Diagnóstico y Estadístico de Trastornos Mentales (DSM-IV). 

Época debate Ana Freud- Melanie Klein

Conviene tener en cuenta y en paralelo, en este periodo histórico de los cuarenta el debate entre Ana Freud y Melanie Klein alrededor del psicoanálisis con niños y por otra parte, la lectura de Lacan respecto a qué psiquiatría se desarrollaba en la época, en especial su texto “la psiquiatría Inglesa y la guerra” para nuestros fines investigativos del grupo. También el momento histórico mundial, post segunda guerra mundial. (*)

Del rasgo autista de Bleuler a la psicopatías autistas de Asperger

Respecto al nombre y concepto de autismo considero coyuntural tener presente que este vino a desplazar al concepto de autoerotismo desarrollado por Freud en su teoría psicosexual planteada en “Tres ensayos sobre teoría sexual”, trabajo que tanto Carl Jung como Eugen Bleuler mostraron siempre sus reparos en aplicar para las psicosis.
Eugen Bleuler, designó así uno de los síntomas más específicos de la esquizofrenia, significando que los esquizofrénicos pierden el contacto con el mundo real, no se preocupan del mundo exterior, acusan deficiencias de iniciativa, ausencia de finalidad concreta, ceguera para muchos factores de la realidad, confusión mental, actitudes repentinas y manías; a todo ello se añade la falta de motivación exterior suficiente para muchos de sus actos, así como para su actitud general ante la vida, deficiencias tanto en la intensidad como en el alcance de la atención y la concentración, terquedad caprichosa, deseo simultáneo de algo y de su contrario, acciones compulsivas, automatismos, ejecución automática de órdenes recibidas, y otros fenómenos semejantes.
 En los esquizofrénicos se encuentran todas esas peculiaridades sumamente marcadas, es decir, como síntomas psicopáticos, haciendo que tales individuos sean absolutamente intratables e imposibles de influir. Pero ya en el tipo de niños psicópatas que describe se encuentran todos esos rasgos con la misma tonalidad característica, aún cuando en grado mucho menor. Tales niños no están perturbados en el núcleo mismo de su personalidad, por lo que, aunque con dificultades, son influenciables y educables. Más también en su caso, el trastorno fundamental arroja una luz muy significativa sobre todas las manifestaciones de la personalidad y explica no sólo las dificultades, sino también los éxitos y los fracasos del autista.
Si uno ha tenido ocasión de observar las manifestaciones características de ese tipo, podrá advertirlas, aunque en formas leves, en muchos niños.

II. Psicopatía Autista de la Infancia

La descripción del síndrome de Asperger se realizó por primera vez en la siguiente publicación:
Asperger, H (1944). Die Autistischen Psychopathen” im Kindesalter. Archiv. für Psychiatrie und Nervenkrankheiten, (European Archives of Psychiatry and Clinical Neuroscience 1944; 117(1):76–136.
En su estudio Asperger señala que los niños que  presenta tienen en común una alteración fundamental que se manifiesta en su aspecto físico, las funciones expresivas y en toda su conducta
Justifica su elección de hablar del autismo en un esfuerzo por definir el trastorno básico que genera la estructura de la personalidad anormal de los niños que estudio.
Señalando sus antecedentes en el concepto de autismo utilizado por Bleuler en su estudio de las esquizofrenias. Singularizando que el autismo en el sentido de Joseph Bleuler se refiere a una alteración fundamental de contacto que se manifiesta en una forma extrema en pacientes esquizofrénicos.
Destaca sobre el acuñamiento del nombre autismo elegido por Bleuler, como sin duda una de las grandes creaciones lingüísticas y conceptuales en la nomenclatura médica.
En este punto conviene detenernos en la discusión entre Freud y Bleuler a propósito del autoerotismo y la teoría psicosexual a la que se opondría tanto Bleuler como Jung particularmente en lo referido al campo de las psicosis.(**)
Uta Frith comentara que lo así llamado por Asperger como psicopatías autistas podría haber sido también llamado trastorno de personalidad autista o autismo  para ponerlo en consonancia con la época en que hace su traducción, (1991).
En  su  artículo describe a cuatro niños, entre seis y once años, quienes presentaban entre otros rasgos comunes:
Situó la aparición de los síntomas entre los dos y tres años de edad o en ocasiones a una edad más avanzada y observó mayor proporción de varones que de mujeres. Asperger también se refería a ellos como los pequeños profesores, por su capacidad de hablar sobre su tema favorito con gran detalle y profundidad.
El desarrollo lingüístico del niño (gramática y sintaxis) es fluido pero extenso, literal y pedante y con frecuencia avanzado, utilizando monólogos o conversaciones unilaterales mostrando deficiencias graves con respecto a la comunicación pragmática o uso social del lenguaje.
Una  dificultad en la interacción social, pese a su aparente adecuación cognitiva y verbal con una carencia de empatía, poca capacidad para establecer amistades.
Un nivel cognitivo comprometido y dirigido a algún tipo de habilidades en específico con estrategias cognitivas sofisticadas y pensamientos originales, con dificultades en el proceso de otros aprendizajes.

Relaciones peculiares que puede desembocar en francas reacciones de explosiones agresivas.
Sus juegos son repetitivos y carecen de significación simbólica. Desarrollo de comportamientos repetitivos e intereses obsesivos de naturaleza idiosincrásica.
Movimientos corporales torpes y estereotipias muy determinadas.
Pronóstico positivo con posibilidades altas de integración en la sociedad.
El doctor Asperger estaba convencido de que muchos de estos menores utilizarían sus talentos especiales en la edad adulta, por lo que siguió por años a uno de sus pacientes (Fritz V.), quién se convirtió en profesor de la astronomía, logrando resolver un error en el trabajo de Newton, que había descubierto cuando era niño. Precisamente esta perspectiva positiva de la patología es lo que distingue su descripción de autismo, de la que había desarrollado Leo Kanner en 1943.
Asperger partía de la premisa de que, pese a las importantes dificultades que generaban, estos niños tenían capacidad de adaptación si se les proporcionaba una orientación psicopedagógica adecuada. Por ello siguió desarrollando su trabajo en el ámbito de la Pedagogía Curativa, estrategia terapéutica que integra técnicas de educación especial en la práctica médica, sustentando todo ello en el trabajo de un equipo multidisciplinario formado por médicos, personal de enfermería, educadores y terapeutas.
  Asperger destaca una serie de problemas que, aún hoy en día, se presentan como interrogaciones en el campo pedagógico, terapéutico y de interacción social de las psicopatías autísticas:

- Parece que pueden adquirir habilidades, pero no consiguen operativizar de forma adecuada dichos aprendizajes, salvo que exista una orientación y supervisión cercanas.

- Los problemas del comportamiento, que pueden oscilar entre aislamiento más relevante hasta una agresividad franca como explosiones ante mínimos estímulos.

- La dificultad del diagnóstico diferencial, que lo sitúa en una difícil categorización clínica, al ser claramente diferente de la esquizofrenia (por no tener alucinaciones ni delirio), del autismo (por poseer lenguaje y ser “más inteligentes”), de la psicopatía (porque las alteraciones comportamentales no son constantes).

“Participa este cuadro de Psicopatía Autística de características descritas en los Esquizotímicos de Kretschmer, de las formas desintegrativas de E.R. Jaensch, del Arquetipo Introvertido de Jung, podrían ser una clínica autística, pero sería “Autismo inteligente” (hoy día se les denomina como “autismo de alto rendimiento”). 

Ernest K

Ernest K, fue uno de los cuatro chicos junto con Harros L, Fritz V, y Hellmuth L. A quienes el psiquiatra vienes estudiaría y presentaría como muestra de la clínica de las psicopatías autistas.

Tiene 7 años y medio cuando es derivado del colegio por problemas de conducta y problemas de aprendizaje.

Los puntos que destaca Asperger del historial familiar son que tuvo un nacimiento y desarrollo físico normal. Fue hijo único. Comenzó tarde ha hablar (al año y medio fueron sus primeras palabras).
Por un largo tiempo tuvo dificultades en el habla (tartamudez). A sus 7 años y medio su habla es excepcionalmente buena, habla “como un adulto”.
Reportan una infancia difícil, no prestando atención ni su a indulgente madre ni su a estricto padre. Señalan que no fue incapaz de realizar cualquier pedido dentro de su cotidianidad. Su madre cree que fue por causa de su torpeza y su falta de sentido práctico, pues tenía más dificultades que los otros chicos. Por ejemplo tenía dificultades en vestirse solo, precisando de ayuda denotaba una cierta holgazanería que eternizaba cualquier pedido o realizaba muchos errores. Aprendió a comer por si mismo sin embargo de un modo desordenado. Su madre señala también que en ocasiones era muy travieso y no hacía lo que se le ordenaba.

Nunca fue capaz de estar con los otros chicos, fue imposible llevarlo a parque, pues cuando se lo llevaba, al instante acababa embrollándose en peleas con los otros chicos.
Aparentemente el pegaba o insultaba a los otros chicos indiscriminadamente. Lo que causo muchos problemas también a la hora de iniciar la escolaridad. Actuaba como un objeto de burla para su clase y se burlaban sin piedad. Y contrariamente a mantenerse alejado de los otros niños se comportaba como un alborotador. En ocasiones él pellizcaba o hacía cosquillas a otros chicos o les apuñalaba con un lápiz. Le gustaba mucho contar historias fantásticas en las cuales el siempre aparecía como un héroe. Contándole a su madre como lo habían alabado en clase y otras historias similares.

El reporte de derivación señalaba lo difícil que se les hacía el saber cuan brillante era. Antes de entrar al colegio todo el mundo estaba convencido de que iba a aprender muy bien, ya que él siempre estaba haciendo una observación inteligente y observaciones originales.
Además por él mismo había aprendido a contar hasta 20 y se sabía el nombre de varias letras. En la escuela sin embargo fracaso miserablemente él se las arregló para pasar al primer nivel (erróneamente, como hemos tenido motivos para observar más adelante), pero ahora, en el segundo nivel, de acuerdo con el profesor, él no estaba actuando adecuadamente en lugar de escuchar y responder cuando sea apropiado, constantemente discutido con el profesor sobre la forma de mantener su bolígrafo.

Según el informe, tenía una fuerte tendencia a discutir con todos y para reprenderlos. Él era “muy preciso”: algunas cosas siempre debían estar en el mismo lugar y ciertos eventos siempre debían ocurrir de la misma manera, o hacía una gran escena.
Tenía algunas interesantes contradicciones: en cierta manera él era particularmente sucio y podía no tener orden en usar algo, pero en otras ocasiones era pedante hasta la obsesión.

Historia Familiar

Del padre se lo conocía como nervioso e irritable. Era ayudante de sastre. El era claramente excéntrico y solitario.
Asperger aprecia que a la madre no le gustaba hablar de las circunstancias domesticas y valora que quizás la madre no era muy feliz por las dificultades de carácter de su marido.
La describe como una madre brillante y extremadamente buena mujer cuya vida no había sido nada fácil. Ella se quejaba de nerviosismo y dolores de cabeza, de ser muy sensible y el que se encontraba en una difícil situación por los cuidados de su hijo y por solo ser su hijo su único interés, por razones que Asperger lee obvias. 
Del resto de la familia se la describe como sin peculiaridad y el haber dado la información con reticencia.

Apariencia y comportamiento

Ernest era un chico alto, dos centímetros por encima de la media, delgado y delicado. Su postura era descuidada con los hombros caídos. Su rostro era apuesto, con rasgos finamente cincelados, estropeado solo por sus orejas deformes. Él era particularmente vaso-lábil, pasaba de la vergüenza a la excitación, de pecas finamente delineadas y se le manifestaba el sudor en su nariz.

Su mirada, muy característica, hacía lo lejos y desenfocada, daba la apariencia de “haber caído del cielo”. Su voz encajaba con esta mirada desenfocada, era alta y ligeramente nasal y prolongada, más o menos como una caricatura de un degenerado aristócrata (como por ejemplo la del inmortal Graf Bobby)

No era sólo su voz sino su discurso que daba la impresión de rayar con lo caricaturesco. Ernst hablaba sin parar independiente de las preguntas que se le hacían. Todo lo que hacía era acompañado con explicaciones elaboradas. El constantemente justificaba su manera particular de hacer. El tenía que decir a los demás también lo que llamó su atención independientemente de ser pertinente o no con la situación.

Por su dicción se le consideraba muy adulto así como por la observación que prestaba, en contraste sus habilidades prácticas eran muy insuficientes. Podía recitar en detalle todas que hacía al levantarse y vestirse por la mañana, pero en realidad siempre olvidaba o confundía las cosas. Mientras que él podía recitar la teoría, en un nivel práctico su inadecuación era más que evidente.

En un grupo que tenían como consigna seguir una orden en común, se comporto increíblemente mal, especialmente en la lección de PE. Ernest siempre estaba fuera del grupo. Esto no sólo porque era torpe desde el punto de vista motor, si no sobre todo, porque no tenía noción de la disciplina o cómo pedir. Era un fastidio cuando se quejaba o se hería. Tanto como cuando empezaba hablar despreocupadamente: “o sí, ya lo tengo, ya lo sabía”.

Al final de su estancia en la sala, seguía siendo un desconocido, caminando entre los otros niños sin poder participar adecuadamente en sus juegos. A lo sumo podía iniciar una conversación con uno de ellos pero de repente iniciaba una lucha furiosa sin razón aparente o porque alguien le había molestado por supuesto, él era el blanco perfecto para las burlas, de hecho, su actitud entera estaba diseñada para provocar burlas. Él era un muchacho rencoroso, que pellizcaba y empujaba a los otros niños arruinaba secretamente sus juegos. Cuando los niños más pequeños o los profesores se molestaban por esto, él  sólo se incentivaba a realizar más travesuras.

Él se hizo la vida difícil por su torpeza y el sin fin de vacilaciones. Si algo era sólo un poco diferente de la manera que él lo había imaginado o de lo que estaba acostumbrado, él se molestaba y confundido realizaba largas disputas. Era muy complicado para los profesores poner un alto a estas disputas. Él también se torturaba con su obsesiva pedantería. Por ejemplo él quería un suéter para navidad, pero este deseo no se pudo conceder en vez se le dio una camisa particularmente agradable y unos juguetes. Se puso inconsolable por esta incorrección. Ni siquiera miró los otros presentes y no estuvo contento durante todo el periodo de las navidades.

En una de las pruebas de capacidades se opto por utilizar el método de la palabra completa, dejando fuera la fonación, como un experimento cuando le enseñaban. Sin embargo, cuando tuvo que leer y escribir palabras de esta manera, esto también resultó extremadamente lento y tedioso. Además de sus dificultades específicas de aprendizaje, había, por supuesto, con las dificultades generales de aprendizaje que resultaron de su perturbación contacto. Sin embargo, fue posible demostrar que el niño había hecho algunos progresos. El esfuerzo personal del profesor fue inmenso. Desde luego debería ser enseñado de forma individual, ya que era imposible llevarlo a concentrarse en un trabajo en un grupo.
Esto produjo un cambio de colegio de uno ordinario a uno especial hasta el momento que la madre considero era una degradación para el niño y lo cambio de nuevo de colegio.

Era muy difícil decidir si Ernest era particularmente capaz o retrasado​​mental, pues existen numerosas personas con retraso inequívocamente que muestran las típicas características inconfundibles de una psicopatía autista: la perturbación de contacto, con los fenómenos típicos expresivas en términos de mirada, voz, mímica, el gesto y el movimiento, las dificultades disciplinarias, la malicia, pedanterías y los estereotipos, el autómata como la naturaleza de toda la personalidad, la falta de capacidad de aprender(adquirir automatismos programados).
 
Algunos aportes del trabajo de Asperger en la incidencia psicoanalítica del tratamiento del sujeto autista.

- Maleval destaca en su artículo ¿qué tratamiento para el sujeto autista? La resonancia de una línea paradigmática que destaca Lacan para el tratamiento del sujeto autista “si no consiguen oír lo que ustedes tienen que decirles, es en tanto que se ocupan de ellos” allí donde Asperger decía que aconsejaba, hablar sin aproximarse personalmente, con calma y sin emoción, afectando una pasión apagada. (p.223) En “el autista y su voz”.

“si les damos consignas de forma automática y estereotipada, con una voz monocorde, como ellos mismos hablan, tenemos la impresión de que deben obedecer, sin posibilidad de oponerse a la orden (p.216)
“así no solo el mensaje también puede llegarles, como en eco, sino que además son particularmente receptivos a él. La sugestión siempre inherente a la palabra del otro toma entonces un peso acentuado, sin duda porque la ausencia de división en la escucha entre el enunciado y la enunciación no le permite al autista interrogarse sobre el deseo del Otro, de tal manera que entonces el mensaje puede ser recibido, de acuerdo con la expresión de Asperger, como una ley objetiva impersonal. (p.217).

- Asperger ya destacó la importancia del fallo en el anudamiento entre el goce y el lenguaje, que se encuentra en el origen del autismo, cuando advirtió que el saber de tales sujetos se desarrolla dentro de un vacío emocional. “esas personas son, si lo expresamos crudamente, autómatas de la inteligencia. En ellas la adaptación social se produce a través de la inteligencia. Hay que explicárselo todo, enumerarlo todo (lo cual sería un error grave en la educación de los niños normales); tienen que aprender las tareas diarias como los deberes de la escuela y ejecutarlas sistemáticamente. (p.191) (p.167-168)

-  (ver. P.41 “De la psicosis precocísima al espectro de autismo” en este punto de la hipertrofia compensatoria Maleval relaciona los trabajos de Bettelheim con los de Asperger)

La hipertrofia compensatoria de los autistas de Asperger se desarrolla a partir del retorno del goce al borde autístico, apoyándose en tres formaciones que le son inherentes. Su interdependencia no siempre permite distinguirlas claramente: el objeto es un doble, que con frecuencia se concretiza; el objeto se desarrolla asociándose a islotes de competencia; el Otro de síntesis nace, mediante la ecolalia retardada, de las palabras del doble. La salida del repliegue sobre sí mismo para orientarse hacia la autonomía pasa necesariamente por una utilización de los elementos del borde autístico, no ya por un sellado de la frontera entre el mundo securizado y el caos exterior, sino por la búsqueda de un ordenamiento y una pacificación de ciertos campos de este último. (p.195) en “El retorno del goce al borde autístico”. (p.154)
Los trabajos de Asperger, basados en una muestra amplia de más de 200 niños a lo largo de más de 10 años, nunca menciona la presencia de alucinaciones en estos niños. Si introduce la noción de psicopatía para designar su tipo clínico, es precisamente porque quiere diferenciarlos de la esquizofrenia. Y afirma no haber observado más que una sola vez la evolución hacia la psicosis: En todos los otros casos, algunos de los cuales han sido seguidos durante 20 años, no ha habido esta alteración de la psicopatía hacia una verdadera psicosis. Y no menciona ni una sola vez el término alucinación. (p.198) En “Oyen muchas cosas, pero… ¿Alucinan?

- También señalaba que los sujetos autistas reaccionaban favorablemente si se les presentaban las órdenes no como personales, sino como una ley objetiva impersonal. En cuanto la realidad ésta estructurada, les parece menos peligrosa y más habitable. Todos ellos están a la espera, como Williams, de reglas absolutas. (p.242)

- Dedicarse al mantenimiento de su soledad separándose del Otro, a menudo mediante objetos sobreinvestidos, y trabajar por la inmutabilidad de su entorno aferrándose al mantenimiento de referencias fijas: tales son, en efecto, según Kanner y Asperger hacen una continuidad entre los dos cuadros descritos por ellos. (p.86) En “Más bien verbosos, Los autistas

De entrada, Asperger constata que en ello reside lo esencial: carecen ante todo de armonía entre el afecto y el intelecto. (p.84)

La existencia de una estructura autística parece desprenderse de la constatación de un espectro clínico. Asperger escribe: “La persistencia en el tiempo de la personalidad autística tipo constituye un índice crucial que demuestra que se trata de una entidad natural. A partir del segundo año de vida, se encuentran ya rasgos característicos que permanecen claros y constantes a lo largo de la vida entera. Por supuesto, la inteligencia y la personalidad se desarrollan, y a lo largo de esta evolución algunos rasgos se afirman o retroceden, de tal modo que los problemas que se presentan varían considerablemente.
Pero los aspectos esenciales de tales problemas se mantienen inalterados. En la infancia temprana, los autistas tienen dificultades para la adquisición de competencias simples en el dominio de la vida práctica y la adaptación social. Estas dificultades provienen de un mismo trastorno que provoca, en la edad escolar, problemas de aprendizaje y de comportamiento, en la adolescencia, problemas relativos al trabajo y a las competencias, luego en la edad adulta, conflictos sociales y conyugales. Así, aparte de su sintomatología propia, lo que hace del autismo una entidad particularmente reconocible en su constancia” (p.65) En “De la psicosis precocísima al espectro de autismo”.

Donna se autodefine como autista High functioning, pero no cree estar afectada por el síndrome de Asperger. En un añadido a su autobiografía que se  encuentra en otro libro (il mio e loro autismo), habla de su marido Paul, con quien vive desde hace tres años y al que considera un Asperger (p.231 en De parte de los autistas)

Referencias

Asperger, H (1944). Die Autistischen Psychopathen” im Kindesalter. Archiv. für Psychiatrie und Nervenkrankheiten, (European Archives of Psychiatry and Clinical Neuroscience 1944; 117(1):76–136. 

Asperger, H. Pedagogía Curativa: Introducción a la Psicopatología infantil para uso de médicos, maestros, psicólogos, jueces y asistentas sociales. Fecha de la 1ª edición: Viena, Abril de 1952. Barcelona. Editorial Luís Miracle, 1966. (Disponible en Internet)

Egge Martin. El tratamiento del niño autista 2008. (p.28), (p.231) Editorial Gredos.

(*) Fendrik Silvia. Psicoanalistas de niños. La verdadera historia. 1. Melanie Klein y Anna Freud. Editorial Letra viva 2004. “En cuanto a los contenidos de las oposiciones binarias, tenemos: del lado de M.K, la transferencia desde el inicio del análisis, del lado de A.F, un niño incapaz de transferencia. M.K se dirige al inconsciente, A.F se dirige al yo. M.K habla de un superyó arcaico, A.F habla de un superyó heredero del complejo de Edipo. M.K equipara el juego a la asociación libre, A.F dice que no hay asociación libre. Sin olvidar la oposición de base: psicoanálisis puro/ psicoanálisis aplicado”. (p.66)

Laurent Eric. La Bataille de l´Autisme. De la clinique à la politique. Navarin. Le Champ Freudien 2012. (p.19).

(**)Makari George. Revolución en mente. La creación del psicoanálisis. Sexto Piso Editores 2012. “..Jung informó a Freud de que Bleuler había rechazado el concepto de autoerotismo y que desarrollaría su propio concepto rival de autismo en el manual de Aschaffenburg. [..] El hombre que había hecho de la demencia praecox un elogio a la teoría de Freud estaba bailando con el enemigo” (p.280).
“En el otoño de 1911, publico Dementia praecox: el grupo de las esquizofrenias..Una buena parte de la teoría de Bleuler contenía remanentes de sus debates con Freud. Por ejemplo Llamó al aislamiento psicótico interior autismo, la versión desexualizada de Bleuler del autoerotismo de Freud. La ambivalencia esquizofrénica estaba basada en la teoría de sentimientos contrarios pero simultáneos que Bleuler desarrolló mientras discutía con su colega vienés. También tomó prestado aspectos de la psicopatología francesa para retratar a los esquizofrénicos como personas con asociaciones mentales escindidas.” (p.334)
“Jung reiteró las anteriores críticas de Bleuler y estuvo de acuerdo con su antiguo jefe en que el autismo esquizofrénico no podía ser reducido al autoerotismo. La libido, explicó Jung, debía ser definida de forma más general como la Voluntad de Schopenhauer, era una lucha interna” (p.363)

Maleval Jean Claude. El autista y su voz. Gredos 2011. (p.22), (p.60), (p.65), (p.191), (p.223): “De la psicosis precocísima al espectro de autismo”;Oyen muchas cosas, pero… ¿Alucinan? ;  “Más bien verbosos, Los autistas”; “El retorno del goce al borde autístico” ; “¿qué tratamiento para el sujeto autista?”

Uta Frith, Autism and Asperger Syndrome. Cambridge University, 1991.
Chapther 2. “Autistic psychopathy“ in childhood. Hans Asperger. Translated and annotated by Uta Frith.  

Uta Frith, Autismo Hacia una explicación del enigma. Alianza editores, 2006.

Paloma Baytelman. 20 de noviembre de 2006 (MundoMedico)