viernes, 29 de noviembre de 2013

Reseña 6 de Noviembre de 2013

 
PARA UNA PRÁCTICA ENTRE VARIOS
PRESENTACIÓN DE LA LECTURA: EL VELO Y LA FALTA
Por Marta Gutiérrez
En la última reunión del grupo de investigación para una práctica entre varios, Eduard se encargó de la presentación de un texto de Antonio Di Ciaccia y Virginio Baio, titulado “El velo y la falta”. En él se remarcaron varios aspectos sobre la constitución de la institución Antenne 110 y otros aspectos derivados de la práctica entre varios. 
Hasta la formación de la institución mencionada, en las anteriores instituciones dedicadas al autismo y la psicosis infantil, los profesionales que formaban parte, en la mayoría de casos, ocupaban el lugar del analista (F.Dolto). 
En el texto referenciado, se remarca, para la formación de Antenne 110, la importancia de la enseñanza de Freud y Lacan, así como, los posteriores textos de Miller sobre la enseñanza de éste último. Di Ciaccia propone orientarse por la teoría psicoanalítica, sin abordar a los sujetos a través del psicoanálisis, bajo el lema “poner en suspensión la teoría”.
Se afirma que aunque los autistas no hablen, sí están en el leguaje, por lo que, si están en el lenguaje se deduce que el Otro no está ausente, entonces, ¿Qué Otro es mejor? No lo es el otro maternal, por ser problemático, ni el otro paternal, que al estar forcluido, si retorna, podría producir un desencadenamiento. 
Se podría decir que el autor, lleva al límite aquello que plantea el autismo, que sería la pregunta ¿Qué es un padre? En respuesta, Di Ciaccia diseña una institución, donde el Otro no es un Otro analítico, ni tampoco responde al Otro parental (como en el caso del mencionado Dolto o Bruno Bettleheim). Ello abre la cuestión, a saber: ¿Cómo sabemos que el sujeto psicótico diferencia entre estos dos Otros?
Dos aspectos fundamentales en la creación de Antenne 110 son: 
-       El responder de forma apropiada a la estructura del inconsciente
-       Un deseo escrito como un “Yo quiero”, que debe entenderse como un acto fundador (no caprichoso), el cual deber activar el deseo para posteriormente borrarse, dejando un significante que permita el movimiento y articulación de otros deseos posteriores.
Por otro lado, el marco de funcionamiento de dicha institución en ningún caso es un marco ideal ni puede servir de modelo para otra institución, dado que cada marco es el resultante de aplicar algunos principios en situaciones concretas y a menudo contingentes. 
Se trata de poner en suspenso todo, para poner a trabajar los sujetos, constituyendo una red de Otros que evita el pegoteo del sujeto a un único Otro, poniendo en juego la función y evitando así que su presencia sea menos persecutoria para el sujeto. 
Lo que se espera de cada uno de los miembros del equipo, es que haya encuentro. Produciendo un lugar vacío (no ocupado por un amo que sabe), que se mueva por la demanda del niño, produciendo encuentros contingentes por un deseo del cuidador, situándose así en el vacío que lo permita circular y donde el interés de los adultos en su tarea cotidiana manifieste la marca de un deseo particular que los niños, uno por uno, pueden aceptar ser los destinatarios.  
Para ello hay que vaciarse de la búsqueda de la demanda, de demandar y de interpretar, dejándose orientar por un deseo de saber a través del no-saber (que en ningún caso es un no querer saber). 
Aquí se destaca la figura del responsable terapéutico, encargado de preservar el lugar vacío de cada profesional, evitando superposiciones imaginarias y cumpliendo la función de descompletar al grupo. Di Ciaccia, para evitar dichas identificaciones al grupo, remarcó que las reuniones de equipo, eran el verdadero lugar donde los cometarios de los casos, tenían verdadero valor analítico, evitando así la carga de goce fuera de dichas reuniones.   
Un aspecto importante a destacar, el cual da título al texto, es el tratar de permitir que un velo se interponga entre los padres y los niños, evitando que el sujeto se sienta como un tapón-objeto pasando a ser un agujero (sujeto-enigma). 
Es necesario hacer mención, al hecho de realizar un diagnóstico que no se base en datos fenomenológicos, sino a partir de una clínica diferencial que se apoye sobre la estructura, así por ejemplo, en el caso de las estereotipias, éstas tienen estructura de lenguaje y la función de tratamiento, la cuestión principal, recae en cómo “enganchar” esto, en un circuito o en otro recorrido menos repetitivo. 
Se plantea romper, a través de lo que venimos llamando la práctica entre varios, con la repetición para llegar a “hacer serie”, produciendo un encadenamiento. 
Se plantea la hipótesis de considerar a los sujetos autistas dentro de la psicosis y que a causa de la operación de substitución que efectúa el Nombre-del-padre, el goce no está negativizado, como ocurre en la neurosis, sino que está forcluido; ahí donde falta el operador de substitución, es donde se instala el sujeto. Un sujeto que trabaja para realizar en lo real esta substitución que no adivinó en lo simbólico, sustitución que intenta poner en práctica gracias a su propia construcción y que tiene la función de sustraerlo, en tanto que objeto al imperio del Otro. La estructura está y no determina el sujeto, sino que se toca la forma como se expresa. 
Hay pasaje del goce al significante para todo ser hablante.
 
En lo que al tratamiento del otro se refiere, en primer lugar cabe destacar que si nos regimos por la definición de sujeto que esboza Lacan, siempre que hay un elemento que representa a un sujeto para otro elemento, ya hay un sujeto. Basado en ello, se propone que no se hable a los niños psicóticos, sino que se hable de ellos.  Sin embargo, el Otro no reabsorbe todo el goce, no hay equivalencia. El Otro no está completo y ello implica por estructura una falta, un resto (Objeto a). En el caso de la psicosis el objeto a, no implica la significación fálica es entonces cuando el sujeto no tiene medio de articularse al deseo del otro y aparece éste de forma bestial. 
Si el autista se separa del acto de hablar, el interés reside en el planteamiento de varias preguntas, a saber: 
¿Cómo acompañar al sujeto a realizarse en la palabra dentro de una institución?
¿Cómo hacer pasar algo de lo real a lo simbólico (reel-iser)?

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